Himizu

Título original: Himizu
Título español: Himizu
Director: Sion Sono
Año: 2011

País: Japón
Género:  Drama
Duración: 129 minutos

Mi nota: 7.5/ 10

El parón veraniego que termina el próximo fin de semana, me ha permitido un pequeño respiro y aprovecho para comentar una de las películas que he visto estas semanas. Se trata de Himizu.

Sion Sono vuelve a deleitarnos con una historia cruda y salvaje, repleta de violencia y situaciones que consiguen hacer pasar un mal rato al espectador (al menos ese ha sido mi caso). Desde luego no dejará indiferente a nadie, aunque yo no se la recomendaría a almas sensibles.

El terrible terremoto que golpeó Japón el 11 de marzo de 2011 y el posterior tsunami, asoló buena parte de la costa este japonesa, dejando gran número de víctimas. Pero no solo hay que tener en cuenta a los fallecidos entre las víctimas, sino a todos aquellos que perdieron todo.

Uno de ellos es Sumida (Shota Sometani, Yuriko no aroma), un chico de 14 años. Su padre le abandonó años atrás y a raíz del tsunami, su madre se ha ido con otro hombre dejándole solo. Lejos de venirse abajo, Sumida va a clase y se hace cargo de un maltrecho negocio de alquiler de barcas para subsistir. Por si esto fuera poco, Sumida permite que otra gente acampe junto a su cabaña y entre todos comparten los escasos bienes de que disponen. La periódicas visitas del padre (borracho) para golpearle y quitarle el poco dinero que puede tener y la aparición de un prupo de prestamistas que pretenden sacar a golpes a Sumida el dinero que su padre solicitó y no ha devuelto, son solo un par de ejemplos de que debe pasar el chico.

Keiko (Fumi Nikaido) es una compañera de clase de Sumida. Su vida no es menos complicada, con una familia que planea un suicidio colectivo tras perderlo todo y en el que quieren que participe la propia Keiko. Pero ella ve en Sumida un clavo al que agarrarse y una última esperanza de salir adelante.

Una película durísima y llena de violencia que pretende mostrar la decadencia de la humanidad según la visión de su director. Rodada en escenarios reales de la tragedia, da idea de la brutalidad de lo sucedido. Sion Sono consigue algo que parece imposible a priori: en un escenario así lo último que uno espera encontrar es alguna escena hermosa. Pero las hay. Hermosas y duras al mismo tiempo, como el momento en que alguien vaga por un terreno devastado mientras suena el Requiem de Mozart, o la relación que nace (casi forzada) entre Sumida y Keiko.

La pareja protagonista está sencillamente sublime. Dos personajes jóvenes y atormentados que eclipsan por completo al resto del reparto en el que destaca la musa y esposa de Sono, Megumi Kagurazaka (Guilty of romance) en un pequeño papel, y el cameo de Yuriko Yoshitaka (Mioka).



- Lo mejor: la pareja protagonista.
- Lo peor: la extrema dureza de algunas escenas.

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