Título español: Sukiyaki Western Django
Director: Takashi Miike
Año: 2007
País: Japón
Género: Western
Duración: 120 minutos
Género: Western
Duración: 120 minutos
Mi nota: 2.0/ 10
Un completo despropósito, un quiero y no puedo.
La película no hay por dónde cogerla. Nada tiene sentido, los personajes son caricaturescos, el guión... diría que ni existe... Aún con todo eso, podría haber sido entretenida, pero me he aburrido soberanamente. Las escenas de acción no impactan demasiado, el humor es demasiado sutil y escaso, no me he creído la historia...
Takashi Miike no es santo de mi devoción, aunque le reconozco un "algo" que le hace especial. Sin embargo en esta ocasión ha querido mezclar tantos géneros, tantos personajes sacados de diferentes contextos, en definitiva, tantas cosas, que se le ha quedado grande.
La ambientación se supone que es durante la Guerra Genpei en el Japón del siglo XII. Eso no evita el uso de armas de fuego de todo tipo, incluído las ametralladoras, o que se mencione a William Shakespeare que nació varios siglos más tarde. Lo dicho, un despropósito camuflado con ropajes de western italiano.
En Japón no hay indios y vaqueros, así que Miike se inventa dos clanes: los rojos (indios) y los blancos (vaqueros), que por momentos parecen sendas bandas de la yakuza. Sus líderes, un tipo que va de samurai y otro que se hace llamar Henry en honor al Enrique VI de Shakespeare. Por si esto fuera poco, entre los demás personajes hay de todo, incluyendo uno que parece un cruce entre Gollum y Bruce Campbell. Hilarante...
No faltan las refencias a Shakespeare, no sólo en Enrique VI y la guerra de las rosas (rojas y blancas), sino también a Romeo y Julieta. Lo mismo se podría decir del western. Hay escenas y elementos sacados de "Sólo ante el peligro", "Duelo al sol", "El bueno, el feo y el malo", "Duelo en OK corral", "Por un puñado de dólares"... Como veis, el batiburrillo es soberbio, pero el cocktail no resulta el pretendido homenaje al Spaguetti western, sino un refrito carente de sentido y lo que es peor, aburrido.
En cuanto al reparto, algunas caras conocidas y un invitado de excepción: Quentin Tarantino tiene un rol muy de su estilo. La mayoría están sobreactuados. Entre los japoneses, por citar algunos, Shun Oguri (Hanakimi) tiene un pequeño papel, Yoshino Kimura (Confessions) cubre unos de los dos roles femeninos, Teruyuki Kagawa (Tokyo Sonata), el sheriff, en una interpretación inolvidable por lo histriónica, al que sólo le falta decir "Mi tesoooorooo". No podría destacar nada más...
Una cosa más, Miike ha rodado la peli en inglés. Japoneses hablando inglés en un spaguetti. ¿Se puede pedir más? Curiosamente, dicen dos frases en japonés. ¿Por qué? Quién sabe... Una de ellas, en labios de Tarantino. Estáis advertidos:
Un completo despropósito, un quiero y no puedo.
La película no hay por dónde cogerla. Nada tiene sentido, los personajes son caricaturescos, el guión... diría que ni existe... Aún con todo eso, podría haber sido entretenida, pero me he aburrido soberanamente. Las escenas de acción no impactan demasiado, el humor es demasiado sutil y escaso, no me he creído la historia...
Takashi Miike no es santo de mi devoción, aunque le reconozco un "algo" que le hace especial. Sin embargo en esta ocasión ha querido mezclar tantos géneros, tantos personajes sacados de diferentes contextos, en definitiva, tantas cosas, que se le ha quedado grande.
La ambientación se supone que es durante la Guerra Genpei en el Japón del siglo XII. Eso no evita el uso de armas de fuego de todo tipo, incluído las ametralladoras, o que se mencione a William Shakespeare que nació varios siglos más tarde. Lo dicho, un despropósito camuflado con ropajes de western italiano.
En Japón no hay indios y vaqueros, así que Miike se inventa dos clanes: los rojos (indios) y los blancos (vaqueros), que por momentos parecen sendas bandas de la yakuza. Sus líderes, un tipo que va de samurai y otro que se hace llamar Henry en honor al Enrique VI de Shakespeare. Por si esto fuera poco, entre los demás personajes hay de todo, incluyendo uno que parece un cruce entre Gollum y Bruce Campbell. Hilarante...
No faltan las refencias a Shakespeare, no sólo en Enrique VI y la guerra de las rosas (rojas y blancas), sino también a Romeo y Julieta. Lo mismo se podría decir del western. Hay escenas y elementos sacados de "Sólo ante el peligro", "Duelo al sol", "El bueno, el feo y el malo", "Duelo en OK corral", "Por un puñado de dólares"... Como veis, el batiburrillo es soberbio, pero el cocktail no resulta el pretendido homenaje al Spaguetti western, sino un refrito carente de sentido y lo que es peor, aburrido.
En cuanto al reparto, algunas caras conocidas y un invitado de excepción: Quentin Tarantino tiene un rol muy de su estilo. La mayoría están sobreactuados. Entre los japoneses, por citar algunos, Shun Oguri (Hanakimi) tiene un pequeño papel, Yoshino Kimura (Confessions) cubre unos de los dos roles femeninos, Teruyuki Kagawa (Tokyo Sonata), el sheriff, en una interpretación inolvidable por lo histriónica, al que sólo le falta decir "Mi tesoooorooo". No podría destacar nada más...
Una cosa más, Miike ha rodado la peli en inglés. Japoneses hablando inglés en un spaguetti. ¿Se puede pedir más? Curiosamente, dicen dos frases en japonés. ¿Por qué? Quién sabe... Una de ellas, en labios de Tarantino. Estáis advertidos:
2 comentarios:
esa pelicula que me puse a ver cuando me vi toda la filmografia de oguri shun y que al final dejé de ver y vi solo las escenas de oguri...
Precisamente Oguri es de lo poco destacable y encima sale poquito... ¿En qué estaría pensando Miike?
Publicar un comentario